Los grupos pro-criptomonedas lograron recaudar cerca de 245 millones de dólares durante la reciente campaña presidencial, según datos de la Comisión Electoral Federal (FEC). La mayor parte de estos fondos se destinaron a campañas contra los demócratas que se oponen al desarrollo de esta tecnología emergente.
De acuerdo con The Washington Post, tras ganar las elecciones la semana pasada, el empresario republicano comenzó a considerar perfiles afines a las criptomonedas para integrar su futuro gabinete. Algunos integrantes de su equipo ya están trabajando en analizar el ecosistema cripto para entender mejor sus necesidades y posibles enfoques regulatorios, según señala el medio.
La posibilidad de una presidencia de Trump ha impulsado al bitcoin, que experimentó un aumento superior al 25% en solo una semana, alcanzando por primera vez los 90,000 dólares el pasado miércoles.
Trump también tiene planes para destituir a Gary Gensler, actual presidente de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) y crítico del sector cripto. Durante su gestión, Gensler optó por un enfoque restrictivo hacia las criptomonedas, tratándolas bajo marcos regulatorios tradicionales, lo que ha resultado en demandas contra grandes plataformas como Binance, Coinbase y Kraken, así como algunas startups del sector.
Innovación migrando al extranjero
La falta de regulaciones claras en Estados Unidos ha llevado a empresas cripto a buscar entornos más favorables en otros países. Katherine Snow, directora jurídica de Thesis, que desarrolla soluciones basadas en bitcoin, afirmó que la incertidumbre normativa no solo ha limitado la innovación, sino que también ha empujado a las empresas fuera del país.
Un nuevo proyecto de ley, actualmente en debate en el Senado, podría cambiar este panorama. Dicho proyecto propone transferir las responsabilidades regulatorias sobre criptomonedas a la CFTC, un organismo con una visión más pragmática y menos rígida. Según Simon Peters, analista de eToro, este cambio podría acelerar la aprobación de productos financieros cripto e incrementar la inversión en el sector.
Por otro lado, Chandra Duggirala, director de Tides.Network, expresó esperanza de que la nueva administración rompa con las políticas consideradas desfavorables hacia las criptomonedas bajo el mandato de Joe Biden. Según Duggirala, estas políticas han incluido presión sobre los bancos tradicionales para disuadirlos de colaborar con proyectos basados en blockchain, dificultando el crecimiento del sector.
Burnt Banksy, fundador de la plataforma Xion, añadió que es importante que los talentos en esta industria no se sientan intimidados por el estigma asociado a las criptomonedas, a menudo vistas como un refugio para especuladores o actividades ilícitas.
Conflictos de interés en el horizonte
Algunos expertos sugieren que el apoyo de Trump a las criptomonedas podría estar relacionado con sus propios intereses en el sector. En septiembre, el expresidente y sus hijos lanzaron junto con líderes de la industria la plataforma World Liberty Financial, enfocada en inversiones y préstamos en criptomonedas.
Esta relación plantea dudas sobre posibles conflictos de interés, ya que decisiones políticas favorables al ecosistema cripto podrían beneficiar directamente a este proyecto.
Para los analistas de Coinhouse, un gobierno de Trump también podría impulsar el uso de stablecoins, criptomonedas vinculadas al valor de divisas como el dólar, lo que reduciría significativamente la volatilidad.
Por último, la administración podría considerar la acumulación de reservas nacionales de bitcoins, una idea planteada por Trump en julio. Según Simon Peters, el gobierno ya posee aproximadamente 210,000 bitcoins, provenientes principalmente de incautaciones legales, con un valor cercano a los 18,000 millones de dólares.